«Dictadura y democracia se alternan en defensa de un mismo proyecto. En momentos de convulsión social, la dictadura toma las riendas del Estado y dirige la sociedad militarmente, con disciplina férrea ; cuando los valores del mercado y del consenso son asumidos por la población, la democracia toma el relevo, y diluye en gran medida los papeles del Estado entre la ciudadanía. Aquí se revela la dominación como algo no solo impuesto desde arriba, sino como un conjunto de relaciones que se reproducen en la vida cotidiana. Un Estado aparentemente raquítico, reducido a sus más brutas expresiones, es por el contrario el más fuertemente consolidado ya que mantiene en cada individuo, en cada ciudadano, una institución. Sí la dictadura requiere grandes esfuerzos y en alguna medida puede llegar a presentar situaciones de inestabilidad, la democracia permite el relax y la calma, crea condiciones de mercado : es más rentable.»
«Ellos predicarán que hay que mantener la paz, y nos aburren…
y nos empobrecen… Y ESTAMOS HART@S DE MANTENER LA PAZ»
Analogía Visual, valparaíso 2012.