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Estamos aquí para bailar a la resistencia.

«Dictadura y democracia se alternan en defensa de un mismo proyecto. En momentos de convulsión social, la dictadura toma las riendas del Estado y dirige la sociedad militarmente, con disciplina férrea ; cuando los valores del mercado y del consenso son asumidos por la población, la democracia toma el relevo, y diluye en gran medida los papeles del Estado entre la ciudadanía. Aquí se revela la dominación como algo no solo impuesto desde arriba, sino como un conjunto de relaciones que se reproducen en la vida cotidiana. Un Estado aparentemente raquítico, reducido a sus más brutas expresiones, es por el contrario el más fuertemente consolidado ya que mantiene en cada individuo, en cada ciudadano, una institución. Sí la dictadura requiere grandes esfuerzos y en alguna medida puede llegar a presentar situaciones de inestabilidad, la democracia permite el relax y la calma, crea condiciones de mercado : es más rentable.»


«Ellos predicarán que hay que mantener la paz, y nos aburren…
y nos empobrecen… Y ESTAMOS HART@S DE MANTENER LA PAZ»

Analogía Visual, valparaíso 2012.


«Revuelta Estudiantil a días del 21 de mayo» @valpo

Si te gustó el colegio, te encantará el trabajo.
El abuso de poder, cruel y absurdo, la solazada autoridad ejercida por
los profesores y el equipo directivo, la intimidación y las burlas
de los compañeros no se acaban con la graduación.
Todas estas alegrías continúan en el mundo adulto,
sólo que amplificadas, si cabe.
Si sentiste cierta falta de libertad, imagínate cuando

tengas que hacer frente a jefazos, jefecillos y subordinados,
dueños y propietarios, acreedores, prestamistas y recaudado-
res de impuestos, alcaldes, militares, jueces, fiscales y policías.
Cuando uno sale del colegio escapa de la jurisdicción de cier-
tas autoridades pero entra en un terreno de dominación aún
más agobiante. ¿A quién le gusta ser controlado y vigilado por
personas que no le entienden ni se preocupan por sus deseos
ni necesidades? ¿Qué recompensa se obtiene de obedecer a las
instrucciones del patrón, a las restricciones del casero, a las le-
yes de los magistrados y, en fin, a toda esa gente que tiene poder
sobre nuestras vidas sin que nosotros nunca se lo diéramos?
¿De dónde obtienen tanto poder al fin y al cabo?
Sólo hay una respuesta: la jerarquía.

El texto es un extracto de «Days of war, nights of love».